En una sola década, el ordenador se ha convertido en un habitual en el día a día de muchos lugares de trabajo, ha ido ocupando más y más habitaciones en los domicilios españoles y ya no resulta raro encontrarse a usuarios con un portátil a cuestas en una cafetería, un parque o de viaje.Los ordenadores forman parte de nuestras vidas más que nunca y, por este motivo, desde Consumer.es ofrecen una serie de consejos a la hora de comprar uno, especialmente en estas fechas navideñas dadas a regalar más o, por qué no, concederse un capricho.
Lo primero que hay que tener en cuenta es para qué se necesita el ordenador. No es lo mismo buscar un aparato para ejecutar videojuegos potentes, que uno para tareas laborales, para navegar por Internet o para ocio, como escuchar música, ver vídeos, etc...
Si se opta por la primera opción, los videojuegos, el procesador y la tarjeta gráfica deben ser potentes, algo que encarece bastante el precio final. El monitor habrá de comprarse aparte (en el caso de un sobremesa) buscando uno que sea grande y con buena resolución. Generalmente, para este fin, suele recomendarse un ordenador de sobremesa, aunque existen portátiles muy competitivos en el mercado (también muy caros).
Si lo que se busca es uno para tareas laborales o del hogar, así como para conectarse a Internet, no es necesario optar por el más potente del mercado y sí por uno con buena memoria RAM, y un más decente disco duro, así como puertos de conexión, lector de discos, etc... En este caso, es más interesante fijarse en la comodidad y en la ergonomía que únicamente en las condiciones técnicas. Así, la elección de la pantalla, el ratón y el teclado suelen ganar en importancia dependiendo del espacio del que se disponga en el hogar o lugar de trabajo. También es interesante discernir entre sobremesa y portátil, aunque generalmente se opte por el primero, ya que, al estar muchas horas frente al ordenador la postura del cuerpo es más sana.
La movilidad gana en importancia, pero también los aspectos ergonómicos
Si se compra con el objetivo de almacenar gran cantidad de material audiovisual es preferible un portátil. Además, un disco duro grande será más importante que un procesador potente. También es muy aconsejable una elevada conectividad con, al menos, cuatro puertos USB, salida multimedia HDMI, ranura para tarjetas SD y conectividad Bluetooth. Para terminar, debe tener un buen lector de discos DVD y CD, algo no tan frecuente, que resista un uso de lectura y copia intensivo. La pantalla, no necesariamente muy grande, sí debe tener una buena resolución.
¿Ordenador de sobremesa o portátil?
La movilidad acumula importancia, pero también los aspectos ergonómicos al pasar cada vez más horas frente a la pantalla.
Los portátiles ganan en lo primero (no en lo segundo). Suelen ser más caros y menos eficientes desde el punto de vista energético que un sobremesa. Su durabilidad es menor. Quien opte por un ordenador portátil habrá de tener claro que necesita moverse con él, o bien, que necesita ganar en espacio en un domicilio.
Con un sobremesa se gana en ergonomía, en eficiencia energética y en plasticidad, es decir, en la capacidad de los sobremesa para aceptar nuevos elementos de hardware interno que les hagan más potente o le den mayor memoria. En un portátil, la implementación de mejoras no es tan sencilla. A ello se suma que se puede elegir pantalla, teclado y ratón con independencia de la torre que se compre.
¿Un sistema operativo?
Windows es un sistema idóneo para el usuario medio. Si se desea una experiencia de usuario más completa y se está dispuesto a pagar un poco más por el ordenador, Mac OS de Apple es adecuado. Proporciona una mayor comodidad de uso que Windows y es muy intuitivo. Para los usuarios con mayor conocimiento informático y que no gustan de estar sujetos a los estándares que determinan empresas ajenas a sus intereses, Linux dispone de numerosas versiones, algunas muy fáciles de usar.Ubuntu es tal vez la más accesible, se adapta a las necesidades de cualquier usuario y es gratis. No obstante, su instalación requiere de conocimientos avanzados.