Las coordenadas de los restos encontrados coinciden con las del lugar donde se calcula que se estrelló la nave Lunar Orbiter 2, después de desaparecer al pasar por el lado oscuro de la Luna.
La única nota discordante, sin embargo, es que se estima que la marca hallada en la superficie lunar parece demasiado grande para haber sido causada por el impacto de una cosmonave de pocos metros de altura.
La nave fue enviada al espacio a finales de la década de 1960 para explorar posibles lugares de aterrizaje para las misiones Apolo y Surveyor. «La verdad es que no estamos del todo seguros de lo que causó el impacto, vamos a seguir analizando los restos», explicó James Ashley, científico de la Universidad de Arizona, en un blog de la NASA.
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