La FIFA lanzó un serio llamamiento de atención a Brasil por los retrasos en la organización del Mundial de 2014 y planteó a regañadientes abaratar el costo de entradas para estudiantes y mayores de edad brasileños, durante un áspero debate parlamentario el martes.
"Estamos atrasados, no podemos perder un día más", afirmó el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, ante la comisión de la Cámara de Diputados que estudia el proyecto de ley que regulará la Copa del Mundo.
"Viajar en Brasil no es fácil. Conducir en Sao Paulo, ir de un lado para otro, es una pesadilla. Salir del aeropuerto lleva medio día, eso no puede ocurrir" durante el torneo, declaró el directivo.
En ese sentido, exhortó a las autoridades a redoblar el paso en los trabajos para mejorar la movilización y recibir a cientos de miles de turistas en las 12 sedes del certamen.
"La Copa Confederaciones (de 2013) será sin ninguna duda una gran test para nosotros, pero será demasiado tarde para hacer cualquier cambio fundamental, por eso es importante trabajar desde ahora y acelerar los trabajos. Necesitamos trabajar juntos", indicó.
Asimismo, Valcke reconoció que a "la FIFA no le gusta" que Brasil pretenda cobrar una entrada más barata para brasileños mayores de 60 años y estudiantes, como podría exigir la ley para regular el torneo a ser aprobada.
Sin embargo, afirmó que la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) acepta la entrada a mitad de precio para ancianos, pero que en el caso de los estudiantes propone un ingreso mínimo de 25 dólares.
La FIFA deberá evaluar además una propuesta del ministro de Deportes, Aldo Rebelo, presentada a Valcke en una reunión el martes, para extender el beneficio del ingreso popular a la población indígena y a los beneficiarios del programa social 'Bolsa Familia'.
"Está el caso de las poblaciones indígenas, que están en una línea de poder adquisitivo muy por debajo de la media nacional. Reivindiqué una parcela de estos ingresos para esta parte de la población. Eso está bajo evaluación", comentó el responsable después de una reunión con Valcke.
Los ingresos preferenciales corresponden al 10% del total de entradas para el torneo. "Nosotros no queremos acabar con las leyes (brasileñas), queremos a partir de esas leyes ver cuáles artículos pueden ser aplicados a la Copa del Mundo, y cuáles no", sostuvo Valcke.
El representante del organismo recibió duras críticas por algunas de sus frases que fueron interpretadas como "amenazas", y en especial del ex astro del fútbol y actual diputado Romario, quien lo increpó por las denuncias sobre presunta corrupción en la FIFA.
No obstante Valcke eludió los dardos.
"Mis preguntas no fueron respondidas. Me disculpan, pero esto aquí es un circo", replicó Romario.
El diputado Iván Valente también cuestionó que la FIFA presente "como un favor" la elección de Brasil como organizador del Mundial.
"Tenemos legitimidad e historia para eso", Brasil "no se puede encoger y agacharse ante una entidad privada", fustigó.
De otro lado, Valcke insistió en el pedido de la FIFA para que se permita el consumo controlado de cerveza en los estadios donde se desarrollará el torneo, prohibido por la ley brasileña.
"Tenemos un acuerdo con nuestro socio Budweiser (...) La venta controlada significa, por ejemplo, que la cerveza sea vendida en vasos de plástico y no en botellas o en latas, que pueden ser utilizadas como armas", argumentó.
La entidad rectora del fútbol quiere cerrar el acuerdo con el gobierno sobre la ley general de la Copa del Mundo en noviembre, cuando el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, prevé reunirse con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en su país.
La iniciativa, redactada por el gobierno y que debe ser aprobada por el Congreso, reconoce a la FIFA como "titular exclusivo" de los derechos de imagen, sonido y otras formas de expresión del Mundial y plantea sanciones penales y pecuniarias para la reproducción ilegal.
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