Todo estaba preparado. Los astrónomos de medio mundo casi tenían listas las palomitas para, como si de una película con efectos especiales se tratara, asistir en directo al choque del cometa Lovejoy contra el Sol.
Los medios de comunicación estaban atentos a lo que supuestamente iba a convertirse en un estallido de fuego con un brillo similar al de Júpiter. La propia ESA anunciaba la muerte del cometa en su página web con el titular "El fin del cometa Lovejoy en directo desde el Sol".
Y, sin embargo, sucedió lo inesperado...
Sorprendiendo a propios y extraños, el cometa Lovejoy sobrevivió a su viaje suicida por el Sol, dejando a todos los astrofísicos con la boca abierta.
Cometa Lovejoy sobrevive a su paso por el sol
Desde el Laboratorio de Investigación Naval en Washington DC, el astrofísico Karl Battam dejaba clara la sorpresa reinante entre los presentes al comprobar las imágenes del Telescopio Solar SOHO. "Es absolutamente asombroso [...], nadie pensaba que el núcleo helado del cometa fuera lo suficientemente grande como para sobrevivir tras pasar durante cerca de una hora por la corona solar, a varios millones de grados; pero Lovejoy todavía sigue con nosotros".
La secuencia de hechos se inició el 2 de diciembre, cuando el astrónomo aficionado Terry Lovejoy descubrió un cometa en dirección al Sol. A este viajero suicida se le dio el nombre científico de C/2011 W3 y, en principio, todo parecía que iba a terminar con su impacto contra el Sol.
El 13 de diciembre, el cometa entró en el campo de visión del Telescopio SOHO y su destino parecía ser el de miles de objetos de la familia Kreutz, es decir, trozos de hielo y polvo procedentes del gran cometa 1106 que se fragmentó en el siglo XII y que terminan estrellándose contra el Sol.
Un viaje peligroso que ha llevado al cometa Lovejoy a rozar el Sol, pasando a tan solo 120.000 kilómetros de su superficie y que, por suerte para el viajero espacial y ante el asombro de los astrónomos, ha terminado con un final feliz.
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