Liam Wood falleció mientras jugaba un partido de fútbol en Knutton, Inglaterra. El joven de 13 años acaba de marcar un gol para su equipo, los Saints, y tras celebrarlo con su padre y abuelo, que se hallaban en la grada. Wood cayó desplomado tras sufrir un ataque y murió minutos después.
El chico dejó de respirar y pese a que un espectador desde la grada -posiblemente su propio padre- consiguió reanimarle por unos instantes, acabó falleciendo en el Hospital Universitario de North Staffordshire a donde fue llevado por una ambulancia.
"Fue una sorpresa total, porque estaba jugando normal, marcó un gol y lo celebró con su su padre y abuelo", aseguró Marcos Lawton, técnico de los Santos. "Había vuelto a la línea de medio campo y cuando el juego se reinició, caminó unos pasos y cayó fulminado", añadió Lawton.
Homenaje tras la conmoción
Cientos de personas quisieron rendir tributo al malogrado Wood depositando flores junto al terreno de juego, en el St John Fisher School de Newcastle, donde sucedieron los hechos. "Era un muchacho muy popular, amante del fútbol y que hacía grupo con sus compañeros", aseguraba un compungido directivo del equipo.
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