Con la popularización de las compras online y la llegada de las grandes superficies y sus gangas, los timos en los productos de electrónica de consumo se han multiplicado. A continuación, una serie de frases que últimamente se dicen en las tiendas de este tipo de productos, que muchas veces son excusas, -o directamente, mentiras- y su significado real.
"Ese producto no lo tenemos en stock, lo siento"
"No nos queda" o "ha volado". Son frases que se suelen escuchar los días en los que un determinado cacharro está de súper oferta o en medio de una de esas campañas en las que una gran cadena de tiendas elimina el IVA. Los vendedores nos dicen que la rebaja de precio en esa tele que tanto queremos ha sido tan exitosa que ya no quedan unidades. Muchas veces, esta frase es verdad. Pero otras, la cosa tiene truco. O un error, mejor dicho. Sobre todo si la recibimos vía e-mail y días después de haber comprado a través de Internet.
Decimos esto porque los sistemas informáticos de compra pueden haberse saturado en un momento concreto en el que mucha gente ha intentado realizar la compra de un solo producto, y envían un aviso automático de que está agotado. Lo mejor para estas situaciones es llamar por teléfono a la tienda y asegurarnos de si realmente han vendido todas las unidades. Si es así, y ya hemos realizado la compra, tenemos derecho a reclamar el producto al mismo precio al que lo compramos en un primer momento.
"¿Le gustaría comprar una extensión de la garantía?"
Según la normativa vigente, todos los bienes de consumo (en los que se incluyen electrodomésticos y electrónica de consumo) tienen una garantía de 6 meses por fallos de fabricación, y otros 18 meses en los que si se produce un fallo, el comprador deberá demostrar que es de fabricación y no de uso mediante una prueba pericial.
En los últimos años se ha puesto de moda vender ampliaciones de garantía, que no son más que seguros que nos permiten llevar a reparar nuestro aparato en caso de que se estropee. Pero estos contratos son siempre voluntarios y nunca obligatorios. Por mucho que el vendedor nos presione, siempre podemos decir que no y quedarnos con la garantía legal.
"Vas a necesitar esto, esto y lo otro"
Las grandes superficies ganan más dinero en proporción con los pequeños complementos, tipo cables, tarjetas de memoria o cartuchos de tinta -por citar algunos- que con los grandes aparatos. Por esto, cuando compramos un televisor o un ordenador, los vendedores nos pueden presionar para que compremos todo tipo de extras. Para evitar caer en la 'trampa', lo mejor es informarse bien antes de comprar un aparato para saber si en la caja viene todo lo necesario para que lo podamos usar como nosotros queramos. Por ejemplo, si sabemos que el ordenador que vamos a adquirir cuenta con un antivirus instalado, podremos rechazar las indicaciones del empleado que nos quiera vender otro.
"Buena suerte si quieres encontrar precios mejores"
Cada vez es más difícil encontrar que un mismo producto esté más rebajado en una tienda que en otra. Sobre todo si hablamos de superficies especializadas en la venta de productos electrónicos. Y no es porque las tiendas pongan el mismo precio, sino porque hay marcas que solo permiten la venta de determinados modelos de aparatos en una cadena y no en otra. También suele pasar que las tiendas creen packs exclusivos (por ejemplo, de consolas y videojuegos) que no se encuentran en ningún otro lado, por lo que comparar precios es imposible.
"Deberías haber comprado esto en Internet"
Hace unos años, comprar una cámara, un televisor o un ordenador a través de Internet era toda una aventura: Podías sufrir el robo de tu número de tarjeta en la web de la tienda. O que al recibir el paquete, el aparato estuviera destrozado. Todas estas penurias casi forman parte de la historia. Las tiendas online han mejorado mucho su seguridad para evitar fraudes, y las compañías de transporte cada vez miman más las cajas. Por eso, y porque muchas veces el precio de los cacharros resulta mucho más atractivo que el que se puede encontrar en una tienda física, es recomendable echar un vistazo a la web, por si no queremos pagar de más.
Pero antes de realizar la compra, también conviene ver la reputación del vendedor. Existen páginas o foros en los que otros compradores ponen nota a todo el proceso que estamos a punto de iniciar. Mejor ver cómo les ha ido a otros antes que sacar la cartera.
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