¿Pasa una eternidad desde que pulsas el botón de
encendido hasta que puedes empezar a navegar por Internet? Tranquilo;
si sigues esta serie de consejos, la lentitud de tu ordenador a la hora
de empezar será cosa del pasado.
Desactivar los programas que se ejecuten en el inicio y que no sean absolutamente necesarios. ¿Para qué queremos que el software que extrae las imágenes de nuestra cámara de fotos se ejecute siempre que encendemos el ordenador, si solo lo usamos una vez cada dos meses? Podemos controlar este aspecto con aplicaciones como Soluto, que nos permite saber qué programas están consumiendo recursos al encenderse el ordenador para desactivarlos o posponer su puesta en marcha hasta que el ordenador esté a pleno rendimiento.
Configura la BIOS. Cuando un ordenador se pone en funcionamiento, el sistema comprueba sus diferentes unidades para saber si el arranque va a ser desde un CD o un dispositivo conectado a un puerto USB. Este proceso, que muchas veces es innecesario (¿has arrancado alguna vez desde un CD o un DVD?) puede ser desactivado desde el menú de la BIOS, y escoger la opción de arranque desde el disco duro. Para acceder a él, normalmente hay que pulsa el botón 'Del' cuando el ordenador esté arrancando. Pero cuidado, solo hay que configurar la BIOS cuando estemos realmente seguros de lo que hagamos, porque si nos equivocamos y no tenemos mucha idea, lo más seguro es que el ordenador termine en el servicio técnico.
Desactiva hardware que no estés usando. Como por ejemplo, la webcam. Para hacerlo, debemos ir a Panel de control-Hardware y sonido-Administrador de dispositivos y allí, seleccionar aquellos que queramos deshabilitar (con el botón derecho del ratón se despliega esta opción). Ganaremos bastante tiempo, ya que el PC analiza cada uno de ellos al arrancar. Como en el caso de la BIOS, hay que tener muy claro qué hardware podemos desactivar y cuál no. Equivocarnos en este paso puede resultar fatal.
Aumenta la memoria RAM. Hoy en día, aumentar la memoria RAM de nuestro PC no cuesta mucho dinero, y es una inversión que hace que la puesta en marcha y el funcionamiento general del equipo sea mucho más fluido. En este caso, a rascarse el bolsillo.
Cómprate un disco duro de estado solido. Las unidades SSD se está poniendo de moda rápidamente gracias a los ultrabooks. Este tipo de Pc se caracteriza por tener un arranque súper rápido (apenas dos segundos), y esta velocidad se debe sobre todo a este tipo de sistemas de almacenamiento que permiten al ordenador buscar lo que necesita de manera mucho más eficiente que un disco duro clásico.
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